Balconadas ¡BALCONEADAS! - La virulenta edición 48 del FIC

Al FIC le dio COVID 

 Estaba plácidamente rascándome los trompiates, sin siquiera acordarme que tengo un blog empolvado, que uso cada lustro, cuando, como si de un pokemón se tratase, una publicación salvaje apareció; me dispuse a leerla y me quedé así, ira :O

Resulta que, como es bien sabido, desde que salió el video del Pasito perrón, 

alguien allá arriba anda súper enfurecido con los simples mortales y este año nos la dejó caimán con Tokio, Honda y Kawasaki. Dentro de esa caja de Pandora, que abrimos al viralizar el famoso video y reírnos de su contenido, se nos vino la ya famosísima mutación de la cepa viral que hoy conocemos como SARS COV2 - COVID 19 que aqueja a toda la raza desde hace ya un buen rato. Eso no es todo: desde el año pasado se veía venir la desgracia pues mucha plebada se dio cuenta que la edición número 48 del Festival Internacional Cervantino, que se celebró este año de la desgracia, estaba predestinada a ser algo raro, pues no había muchas cosas bien definidas, entre ellos, lo más importante para mucha gente, que es el país invitado. En esta edición rara del FIC, al ya famoso Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato, que desde su nueva administración ha estado dando mucho de qué hablar (para mal), se le ocurrió hacer una exposición colectiva SIN REMUNERACIÓN, en los balcones del centro de Guanajuato Capital, invitando a artistas "nomás por el gusto" (tipo toca en mi evento/bar y te pago con caguamas; sirve que promocionas tu banda). Por si fuera poco, al mero estilo de El Lorax, la gente invitada en cuestión, dijeron "lo tomo, pero me ofende muchísimo" 

 y pues dale, se quejaron (con justa razón) de que el IEC lo quiere todo gratis y a su gusto, tanto que una de las piezas, de Adriana "Cosa" Rapozo, es una crítica al propio sistema expositor del Instituto (bien jugado, Cosa, bien jugado). 

Le wa dar laic

Para salir del paso, el IEC, sudando frío, se inventó un concurso sacado de la manga en que, como en el caso de los dibujitos de Dark Phoenix, en la Frikiplaza, sí iba a haber varo, pero solo para quien obtuviera la victoria en cuanto a popularidad , pues se iba a definir, no por valor artístico, estético o filosófico, sino por los votos que obtuviera cada obra en un formulario de Google forms hasta cierta fecha. Según lo que se sabe, todo fue tan apresurado y sin orden, que no hubo una serie de lineamientos, como tal, acerca de este concurso en el que, es obvio, que la persona con más amistades y vínculos sociales, obtendría el ansiado premio de 30 del águila; los siguientes lugares, ganarían 20 y 10 mil pesos, respectivamente, que a nadie le caen nada mal. 

Pasó lo que tenía que pasar: la raza se puso a chambear en sus obras y un joven visionario, que no sé cómo no es gerente de alguna empresa por su mentalidad de tiburón, encontró el vacío legal en todo esto y se rifó con una rifa mamalona de esas que se hacen ahora en las redes sociales, mejor conocida como Giveaway. El compa en cuestión, publicó en su face y en su insta el link para que votaran por su obra (como lo hizo varia gente de la que entró a esta onda) peeeeeero con el plus de que, si le mandabas captura de que tu voto había sido para beneficiarlo, tenías chance de entrar a la rifa de otras piezas de su obra.

La culpa no es del ind... de la persona natural de un pueblo originario, sino de quien lo hace compadre

El artista que se rifó con esta mecánica, es Humberto Barajas Bustamante quien, como era de esperarse, comenzó a tener votos y más votos a su favor pues, aunque el resultado no es público porque solo lo ve quien controla el formulario en el que se emite el voto, en las redes era súper notoria la tendencia y es que, ¿a quién le dan pan que llore?; si te dicen que participes de forma gratuita y sin esfuerzo en algo y además tienes probabilidades de ganar con ello, pues claro que se va a prender el cerro.

Humberto aprovechó para matar dos pájaros de un tiro: hacer su luchita por ganar el concurso del FIC y de paso, promocionar sus redes sociales en las que muestra su trabajo porque bien dice ese famoso dicho "quien no enseña, no vende".

Todo iba chido, pero siempre está el morro cagapalos que se enoja cuando no lo dejan ganar y se lleva el balón. Ese morro fue el IEC, organismo al que no le gustó que Humberto hubiera aprovechado su vacío legal y que le hablan por teléfono para citarlo a una junta en la que, en pocas palabras, le dijeron que estaba descalificado por hacer una competencia desleal.

En seguida les dejo el enlace donde pueden leer lo que dice Humberto al respecto de esa reunión y ahí pueden encontrar, también, una liga de Soundcloud para escuchar algo grabado directamente en la junta, pero en pocas palabras, le dicen que no puede ser que él tenga tantos votos a comparación del resto de participantes quienes tienen números sumamente inferiores. Échale un ojo aquí: Publicación de Humberto :v

Lo realmente preocupante de todo este asunto, es que el Instituto es la clásica pareja tóxica que no sabe lo que quiere pero busca todo peladito y en la boca. No quisieron hacer una convocatoria abierta: invitaron a las personas que la directiva quiso (al parecer, basados en su trayectoria), pero queriendo la chamba de a grapa y como dijo la querida AimeP3, limpio, seguro y bajo sus condiciones. ¿Cómo le avientas a tu instancia jurídica a uno de tus propios invitados solo porque tú no supiste poner las reglas desde el principio y se te salió de las manos el asunto?, ¿Por qué, en lugar de reconocer que la defecaste colosalmente, te haces la vístima y le echas la culpa al morro que pudo ver el área de oportunidad?. Definitivamente, la gente que está al frente del IEC lleva mucho tiempo intentando descubrir el hilo negro, queriendo innovar pero sin saber hacerlo y con ello, descuidando toda la chinga que se llevó mucha raza antes de esta administración. 

Despúes de esta reflexión de dolor cultural guanajuatense, volví a rascarme los trompiates porque, ya saben, #cuarentena.

P. D. Humberto: no te conozco, pero te rifaste, cawn.